Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales https://violahcly171049.blogacep.com/44040136/cómo-vivió-italia-el-cabezazo-de-zidane